miércoles, 28 de mayo de 2014

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    viernes, 23 de mayo de 2014

    Mi infancia II

    A los cinco días de nacer permitieron a mis hermanos visitarme. Un grueso cristal me separaba de seis caritas curiosas. El pequeño Daniel, en brazos de mi padre, no paraba de repetir todo lo que decían los demás. 
    -¡Mirad que pequeñita es!-comentó mi hermano Juan Carlos. 
    -Pequenita-repetía mi hermano Daniel pegando su dedito lleno de baba al cristal. Ni que decir que el cristal acabó decorado por el pequeño rubito mimoso.
    -¿Y tú cómo eres?-le preguntaba mi padre bromeando.
    -¡Graaandee!- respondía haciendo pucheros.
    Mi hermana Piedad, que ya tenía doce años le explicaba al resto que yo era pequeña porque había nacido dos meses antes. Mi hermano Juan Carlos que por aquel entonces tenía cinco años la miraba con la boca abierta y a todo respondía con un..Ah, vale.
     La excursión les duró poco, debido a mis problemas de salud tenían que hacerme algunas pruebas, así que se fueron enseguida a casa con mis tías paternas: Paquita y Elvira. 
     La que no se apartaba ni un segundo de mi, era mi madre; unas veces acompañada de mi padre, otras de mi vecina Lola, que para ella era como su hermana. Porque mi madre, no tenía hermanas, era hija única. Así que, Lola, nuestra vecina pasó a ser como un miembro más de la familia, como una hermana. Mi vecina no tenía hijos, ya que debido a una enfermedad no podía tenerlos.  Ella y su marido eran los padrinos de mi hermano Alfonso, y todos los domingos venían a casa a desayunar cargados de churros con chocolate para todos. Ese día era todo un acontecimiento digno de ver, sobre todo para el pequeño Daniel que era tan goloso que acababa con toda la cara manchada de chocolate.

    miércoles, 14 de mayo de 2014

    Mi infancia

       Voy a empezar a contar mi historia, pero como toda historia que se precie se ha de contar desde el principio, así pues comenzaré mi historia....
        Todo estaba previsto para que naciera en el mes de junio, pero por cosas del destino el parto se adelantó dos meses y nací un veinticinco de abril. 
         Aquella mañana mi madre había salido a comprar acompañada como siempre de nuestra vecina Lola, una mujer de fuerte carácter pero bonachona. Mi abuela materna se había quedado al cuidado del pequeño Daniel, que por aquel entonces solo tenía dos años. El resto de mis hermanos: Piedad, Jorge, Alfonso y Juan Carlos se encontraban en el colegio. Mi padre-de profesión maquinista-se encontraba de camino a Ciudad Real, nada podía augurar que todo se iba a poner patas arriba en ese día.
          Mi madre se encontraba comprando en la carnicería de Doña Paquita a dos manzanas de mi casa. Doña Paquita era una carnicería de confianza en el barrio, aunque algo cara. Y en eso estaban mi madre y mi vecina discutiendo por lo caro que se estaba poniendo el cordero y el pollo, cuando mi madre empezó a encontrarse francamente mal. Doña Paquita, que era una mujer con mucha experiencia en estas lides-no obstante había parido a ocho hijos-se olió que el parto se había adelantado, así que llamó a su marido y todo transcurrió tan aprisa que para cuando mi madre quiso darse cuenta, yo ya estaba en este mundo. Pero la cosa se iba a complicar...al menos para mí; los problemas respiratorios y el nacimiento prematuro hicieron que mis dos meses en la incubadora no fueran muy apacibles.
         En casa, los nervios estaban a flor de piel. Mientras mi abuela esperaba la llegada de mis tías para que las ayudara a gobernar a la chiquillería, mi padre nada más llegar a Ciudad Real se enteraba de la noticia y sin lugar a tomar un respiro tomaba el primer coche de línea de vuelta a casa.

    sábado, 10 de mayo de 2014

    Presentación

    Mi nombre es Alma, pero no me busques...no existo. Soy un personaje de ficción, y acabo de llegar a mi destino, ahora estoy deshaciendo mi equipaje y desempolvando de la maleta todos aquellos retazos de mi vida para ir ordenando recuerdos y vivencias..¿me acompañas?